Por su interés, publicitamos el siguiente artículo de opinión del periodista Enrique Bethencourt.
Lo leo en la prensa: “País Vasco y Navarra son líderes en excelencia educativa, mientras que a la cola están Castilla-La Mancha y Canarias”, según Profesionales por la Ética, colectivo que destaca, además, que en los últimos cuatro años se ha reducido el gasto público en educación y ha crecido la tasa de escolarización y graduación. El informe se denomina “Las políticas educativas en España. Ranking de excelencia educativa 2015″.
No es la primera vez ni la última que se da enorme valor a un estudio, presuntamente hecho desde el rigor y la independencia. Aunque de eso haya bien poco. Profesionales por la ética es un grupo muy definido ideológicamente, cercano a los sectores más ultraconservadores, tipo Foro de la Familia o los más radicales colectivos antiabortistas. Y defensor acérrimo de la privatización del sistema educativo.
Así como enemigos de la presencia de la educación afectivo y sexual en los centros escolares, a la que denominan “educación sexual y abortista”. Han llegado incluso a apoyar públicamente las leyes de Wladimir Putin contra los homosexuales. Unos angelitos, vamos.
Los responsables de la investigación aseguran que “no es casualidad” que tres de las cuatro comunidades con mayor énfasis en la iniciativa social –País Vasco, Navarra y Madrid- ocupen los primeros puestos del presunto ranking. Lo de iniciativa social, menudo eufemismo, tradúzcanlo por colegios privados.
‘Ajustes’
Por supuesto que, en sintonía con sus afinidades políticas, tampoco hablan de recortes en educación sino de “ajustes presupuestarios”. Un “ajuste” que ha supuesto detraer miles de millones de euros a la educación, pérdida de recursos y reducción del número de profesionales. Perjudicando, esencialmente, al alumnado de entornos desfavorecidos y con dificultades de aprendizaje.
El simplismo es absoluto. Al parecer no tiene nada que ver la situación económica de las familias, su nivel educativo y cultural, las expectativas de futuro que se generan o el propio modelo económico de cada comunidad autónoma. Hasta los informes PISA, que no están hechos precisamente por radicales, reconocen que esos factores influyen mucho más que el tipo de centros, públicos o privados.
En el PISA Canarias (‘Sistemas fuertes y reformadores exitosos en la educación. Orientaciones de PISA para las Islas Canarias, España’, 2012) los expertos de la OCDE indicaban que “por lo general los alumnos que acuden a centros privados provienen de entornos socioeconómicos más ventajosos”.
Y concluían que “una vez realizados ajustes considerando las características socioeconómicas de los alumnos y los centros según estándares de PISA, los centros públicos de Canarias tienen un mejor rendimiento que los privados”. O de “iniciativa social”, añado.
Intereses económicos
Tras ver el trato que muchos medios de comunicación le han dado al informe, convertido en verdad revelada, habrá que elaborar un informe que asegure que muchos de los estudios educativos son un fraude. O, al menos, una manipulación interesada en la que se mezclan ideologías ultramontanas e intereses crematísticos, como sucede con este de Profesionales por la Ética.
Por cierto me cabrea bastante que al igual que sus correligionarios del Foro se apropian de las familias, estos hagan lo mismo con la ética. Ni el Foro representa, afortunadamente, a las muy variadas familias españolas, ni este grupo es adalid alguno de la ética, salvo que esta se base en el elitismo y la marginación de buena parte de la sociedad.
Enrique Bethencourt