Este año, el Día Internacional de la Niña pone el foco en la esperanza de un futuro en el que todas las niñas gocen de plenos derechos. Desde que fue proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2011, este día busca resaltar la importancia de garantizar igualdad de oportunidades para las niñas y dar visibilidad a los desafíos específicos que enfrentan.

Las cifras aportadas por Naciones Unidas nos recuerdan que, lamentablemente, aún vivimos en un presente que discrimina a las niñas de manera desproporcionada en diversos ámbitos, como el sanitario, el educativo, el familiar, el económico y el cultural:

- Una de cada cinco niñas no termina el primer ciclo de secundaria, y casi cuatro de cada diez no acaba el segundo ciclo. Y se ha calculado que, por cada año adicional de educación secundaria que una niña recibe, sus ingresos potenciales aumentan entre un 10 y un 20%.

- Alrededor del 90% de las adolescentes y mujeres jóvenes no utilizan internet en los países de renta baja, mientras que sus compañeros varones tienen el doble de probabilidades de conectarse.

- En todo el mundo, las niñas de entre 5 y 14 años dedican 160 millones de horas más al día en trabajo doméstico no remunerado que los niños de su misma edad.

- Las adolescentes representan tres de cada cuatro nuevas infecciones por VIH entre los jóvenes.

- Una de cada cuatro adolescentes casadas o en pareja de entre 15 y 19 años ha sufrido violencia física o sexual por parte de su pareja al menos una vez en su vida.

- Más de 100 millones de niñas corren el riesgo de casarse antes de tiempo en los próximos 10 años.

- Una de cada tres adolescentes sufre de anemia debido a la malnutrición.

- Casi el doble de niñas que de niños no recibe ningún tipo de formación o educación.

- Más de 44 millones de niñas están en riesgo de sufrir mutilación genital femenina en 2024, principalmente en África.

- La pobreza tiene género: una de cada cinco niñas vive en situación de extrema pobreza.

- El aborto selectivo sigue practicándose en algunas partes del mundo cuando se sabe que el bebé será una niña.

Es nuestra obligación promover el empoderamiento de las niñas y asegurar que se cumplan sus derechos humanos, apoyándolas para que puedan crecer sin limitaciones y convertirse en agentes de cambio en sus comunidades.

La discriminación contra las niñas comienza incluso antes de su nacimiento, creando expectativas y prejuicios basados en su género que las marcarán a lo largo de todas las etapas de su vida. Esta discriminación puede manifestarse de forma violenta y coercitiva o a través de actitudes más sutiles, pero igualmente dañinas, que, lamentablemente, se han normalizado.

Tal como recoge Unicef, en el mundo hay más de 600 millones de niñas adolescentes de entre 10 y 19 años, el mayor número de la historia. Si cuentan con los recursos, las oportunidades y el apoyo adecuados, estas niñas serán la mayor generación de mujeres líderes, emprendedoras y creadoras de cambio que el mundo haya visto jamás.

Desde la Organización de Mujeres, hacemos un llamado a los responsables políticos y a toda la sociedad para que, de forma transversal, trabajen en proporcionar herramientas educativas, económicas y sociales a las niñas. No solo para combatir una discriminación histórica, sino para impulsar un cambio social desde dentro, por el impacto positivo que los avances en los derechos de las niñas tienen en sus familias, comunidades y la sociedad en general.

Hoy en día, los progresos sociales corren el riesgo de estancarse: las guerras, la pandemia, los movimientos ideológicos de extrema derecha, la disminución de la ayuda al desarrollo y la emergencia climática, que afecta especialmente a los más vulnerables, hacen que los Objetivos de Desarrollo Sostenible parezcan más lejanos que nunca.

Es urgente un llamado a la acción para combatir la discriminación que sufren las niñas simplemente por serlo. Debemos garantizar que la visión de un futuro basado en la equidad, en una educación de calidad y gratuita, y en el pleno desarrollo de sus proyectos de vida, deje de ser un sueño y se convierta en una realidad palpable.

"La violencia hacia la mujer, desde su niñez, es la forma más cruel de sometimiento, pues mata no solo el cuerpo, sino también el espíritu, y lo más triste es que a menudo se disfraza de costumbre o tradición."

Mercedes Pinto

Canarias, a 9 de octubre de 2024

Organización de Mujeres de la Confederación Intersindical

Área de Mujer del STEC-IC

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