MANIFIESTO DE LA ORGANIZACIÓN DE MUJERES DE LA CONFEDERACIÓN INTERSINDICAL Y EL STEC-IC
PROPUESTAS DIDÁCTICAS 25N PARA TRABAJAR EN EL AULA
Asistimos casi diariamente a asesinatos machistas que se han convertido en el inicio de todas las noticias con las que amanecemos, quizás nos estamos acostumbrando ya a este tipo de “buenos días”. En ocasiones asesinan a una mujer, otras a dos o tres, como bien conocemos, agresiones sexuales, agresiones físicas y psicológicas graves… La negación de estos hechos por ciertos partidos políticos de extrema derecha está haciendo mucho daño a parte de esta sociedad que al final cree lo que quiere creer: ”los hombres no matan a las mujeres por ser mujeres”, sino que la violencia es aleatoria. Es decir, que si las víctimas son mujeres es fruto de la casualidad y no fruto de una estructura social diseñada para favorecer a unos y someter a otras.
Negar la violencia machista te hace cómplice.
Hemos vivido un último verano en el que se han batido récords de asesinatos machistas, 18 entre julio y agosto, familias que ya no tienen madre porque no hay que olvidar el daño colateral que sufren las hijas e hijos de estas mujeres.
Desde el 2009 hasta el 2022, en el Estado español se han interpuesto más de dos millones de denuncias por violencia contra la mujer. Es importante destacar que ha disminuido el número de mujeres asesinadas que habían denunciado a su agresor. La denuncia es un primer paso, pero no el único, aquí encontramos ya las carencias que están teniendo los protocolos sobre violencia machista. Las medidas de prevención y protección no conciernen solo a un Ministerio, sino que implican la planificación y actuación coordinada de varias instituciones. Además, se necesita una dotación de personal especializado y un presupuesto económico suficiente para un Pacto de Estado eficiente.
A lo largo de la historia la desigualdad y el abuso de poder contra las mujeres han sostenido este tipo de “terrorismo”, consecuencia de un sistema patriarcal y capitalista. Todo esto sigue hasta hoy y como consecuencia de ello, NOS MATAN.
Como sabemos, la violencia machista parece ser una variante antropológica que se extiende a lo largo del tiempo y el espacio y que se perpetúa expresada en multitud de formas:
El “hiyad” es un elemento de control hacia las mujeres: matrimonios forzados, crímenes de honor, repudio familiar o la exclusión de la comunidad son algunos de los riesgos a los que se exponen las mujeres musulmanas.
La violencia machista es uno de los mayores asesinos de Asia. En el sudeste asiático mueren más mujeres por estos crímenes que en el conflicto armado. Las víctimas crecen a medida que reivindican sus derechos.
El nivel de violencia sexual es 14 puntos más elevado en África que en Europa.
América Latina se encuentra en alerta máxima por el aumento de feminicidios. Después de la pandemia, los asesinatos de mujeres se han disparado a pesar de los esfuerzos sociales y de las entidades públicas.
Este mismo año un titular ya resumía la situación en la que nos encontramos las europeas: «Europa, suspensión en legislación sobre violencia machista: El 22% de las mujeres han sufrido violencia de género».
Las mujeres racializadas y migrantes son las más vulnerables. El idioma, la falta de información y la situación administrativa irregular son factores en contra de ellas.
En España hay 2,5 millones de mujeres discapacitadas. El 20% de las mujeres asesinadas por violencia machista este año tenían discapacidad acreditada. En estas mujeres el riesgo de sufrir violencia machista es cuatro veces mayor que en el resto de la población femenina. Así, las discapacidades pueden ser consecuencia en algunos casos de la violencia machista continuada. Debemos apuntar que hay niñas y niños que nacen con discapacidad como consecuencia de la violencia que han sufrido sus madres.
No debemos olvidar el yugo que hasta la actualidad tienen las mujeres dentro de cualquier religión. La dependencia y subordinación al hombre subyace en cualquier dogma pasado por ciertas creencias religiosas. Este hecho acarrea muchos de los problemas e injusticias que hoy todavía vivimos.
Todas las religiones son machistas, nunca han promovido la equidad real. En las Sagradas Escrituras de la religión católica, la más practicada en nuestro Estado, podemos encontrar:
“El nacimiento de una hija es una pérdida” (Eclesiastés 22,3). “Parirás tus hijos con dolor. Tu deseo será el de tu marido y él tendrá autoridad sobre ti” (Génesis).
Judíos ortodoxos: “Bendito seas Dios, Rey del Universo, porque tú no me has hecho mujer”.
Corán: “Los hombres son superiores a las mujeres, a causa de las cualidades por medio de las cuales Alá ha elevado estos por encima de aquellas”.
En el siglo XXI la Santa Iglesia Católica Apostólica Romana sigue preparando a las parejas que se van a casar por la iglesia con manuales en los que se pueden leer: ”La profesión de la mujer seguirá siendo sus labores, su casa, y debería estar presente en los mil y un detalles de la vida de cada día”.
FUTURO…
Dos de cada tres universitarias en Europa han sufrido violencia machista o sexual; solo el 13% lo denuncia. Los estudios realizados no solo nos hablan de una violencia extendida y normalizada en todos los campus europeos, sino que es una lacra invisibilizada.
De miles de mujeres podemos encontrar relatos a través de aplicaciones tales como Twitter, Facebook, Instagram… que te dan la oportunidad de contar algún acoso sexual sufrido a lo largo de tu vida ( la periodista Cristina Fallarás abrió en Instagram al hilo de lo ocurrido con Jenny Hermoso un #SeAcabó).
Todas las mujeres que escriben agresiones sexuales sufridas piden anonimato, no dan nombres de quiénes fueron sus agresores, la mayoría de las veces siendo niñas y dentro del ámbito familiar…impactantes las experiencias que se relatan. Todos estos espacios seguros están ocupados por mujeres, ellos no los necesitan. Estas mujeres que han vivido durante años con su sentimiento de vergüenza y culpa es ahora cuando se están conociendo y reconociendo aquello que la mayoría de las veces han deseado olvidar.
Con todo esto, desde la Organización de Mujeres de la Confederación Intersindical solo podemos apostar por una educación afectivo-sexual que haga que este FUTURO cambie, que desaparezcan las teorías negacionistas falsas, que adolescentes y niñas y niños vean la realidad de un mundo en el que lo primordial son LOS DERECHOS HUMANOS y la VIOLENCIA MACHISTA no lo es.
#SeAcabó #Hartas #violenciamachista
Porque yo me lo propuse y sufrí
Como nadie había sufrido y mi piel
Se quedó vacía y sola
Desahuciada en el olvido y después
De luchar contra la muerte, empecé
A recuperarme un poco y olvidé
Todo lo que te quería y ahora ya
Y ahora ya, MI MUNDO ES OTRO.
María Jiménez (1950-2023), cantante española, víctima de violencia machista durante años.
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(…) ahora que ha pasado
más de un año,
ya te he olvidado,
me deseo buena suerte,
no volver a verte,
y que me vaya bien.
Adiós mi corazón,
!!y que te den, que te den por ahí,
que no me supiste dar,
ni un poquito lo que te di a ti!!
!!QUE TE DEN!!
Amparo Sánchez, Amparanoia, cantante víctima durante muchos años de violencia machista.
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Amparo o María podemos ser cualquiera de nosotras, lo importante es reconocer esta violencia que nos mata de una manera u otra y pararla a tiempo.
Descarga el Manifiesto en Pdf para su distribución.
PROPUESTAS DIDÁCTICAS 25N PARA TRABAJAR EN EL AULA