El Día de las Escritoras es una conmemoración iniciada en el Estado español en octubre de 2016 para recuperar el legado de las mujeres escritoras, hacer visible el trabajo de las mujeres en la literatura y combatir la discriminación que han sufrido a lo largo de la historia. La celebración, de carácter anual, se convoca el lunes más cercano a la fecha del 15 de octubre, festividad de Teresa de Jesús. Surgió por iniciativa de la Biblioteca Nacional de España, la Asociación Clásicas y Modernas y la Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias (FEDEPE) para compensar la discriminación histórica de las mujeres en la literatura.
A pesar de los muchos nombres de escritoras que los especialistas conocen y estudian anteriores al siglo xix, rara vez aparecen mencionadas en los manuales de estudio y ni siquiera en los programas de historia literaria de la universidad en España. En el siglo xix gran parte de las mujeres escritoras tenían que publicar con un seudónimo de hombre para ser tomadas en serio. Emily Brontë y sus hermanas fueron muestra manifiesta de ello. Cumbres borrascosas fue publicada bajo el seudónimo de Ellis Bell; ningún editor se atrevía a publicar, pues consideraban que ellas solamente escribían novelas de corte romántico.
El siglo xx se inició con un cambio de tendencia con la pionera Virginia Woolf, que comenzó en 1905 a escribir para el suplemento literario del Times y 10 años después publicó su primera novela, y con Marguerite Yourcenar, pero se produjeron pocos avances significativos.
El premio más importante de literatura en lengua castellana, el Premio Cervantes, solo se ha concedido desde su institución en 1976 a cuatro mujeres: María Zambrano (1988), Dulce María Loynaz (1992), Ana María Matute (2010) y Elena Poniatowska (2013) frente a 37 hombres. El Premio Nobel de Literatura desde su creación en 1901 hasta 2017 ha premiado a 13 mujeres y 100 hombres.
Según los datos del Ministerio de Cultura, en 2021, de los más de 66.000 libros inscritos en el ISBN con un único autor, solo el 37,9% correspondía a escritoras frente al 61,8% de los hombres. Aquí habría que preguntarse en qué sectores se mantiene el desequilibrio. Mientras en la literatura infantil y juvenil, libros de texto y textos científicos las mujeres superan en porcentaje a los hombres, el ámbito de la creación literaria y el de las ciencias sociales continúa siendo mayoritariamente masculino. Sin embargo, de las 50 obras más populares en 2021, más del 50% correspondieron a escritoras.
Parece que la sociedad está cambiando y que están cuajando las ideas de que las mujeres somos capaces y que lo que escribimos merece la pena ser leído. Cada vez son más las mujeres la ocupación laboral de las cuales se encuentra en el ámbito literario (escritoras, periodistas, lingüistas) y cada vez más las que están al frente de grupos editoriales y sellos independientes.
Sin embargo, todavía queda que se consiga el reconocimiento social y una presencia equitativa en los libros de texto. Algo que, esperamos, se consiga cuanto antes mejor.
Desde la Organización de Mujeres de la Confederación Intersindical queremos reivindicar la labor y la trayectoria de las escritoras, tantas veces relegadas en un segundo plan a lo largo de la historia. Y es que hasta el siglo XX se consideraba que la labor literaria “no estaba hecha” para las mujeres.
16 de octubre de 2023
Organización de Mujeres de la Confederación Intersindical